Qué pueblos son los más hermosos de Cantabria

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Qué ver en Cantabria

Si hay un buen baluarte de la gastronomía, la arquitectura, la tradición y la cultura cántabra es, sin duda, el pueblo, y en esta región hay más de uno que vale la pena recorrer. Pueblos con encanto, como Potes, cruzado por multitud de puentes y base perfecta para conocer los Picos de Europa, son de visita obligada. 

Si organizas una escapada a Cantabria, que forma parte de la España Verde, te espera un viaje lleno de naturaleza, de buena gastronomía y de muestras artísticas únicas.

Y es que esta zona del norte posee cuevas prehistóricas como la de Altamira, la más famosa de todas, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y denominada como «Capilla Sixtina del Arte Rupestre». Cantabria también forma parte del conocido Camino de Santiago y sus localidades poseen bellos monumentos como el Palacio de la Magdalena de Santander, el Monasterio de Santo Toribio de Liébana o el Capricho de Gaudí de Comillas.

Bárcena Mayor es conocido como el pueblo monumento de Cantabria. El único núcleo con habitantes de todo el Parque Natural Saja-Besaya es uno de los más bonitos de España. Declarado Conjunto Histórico Artístico, sus casas apiñadas son el vivo ejemplo de la arquitectura montañesa rural. Sus calles sin coches aportan al lugar un aspecto apartado, más del que ya tiene, entre hayedos y ríos y, por supuesto, ollas y pucheros que recuperan el alma a cualquiera.

Prepárate también para admirar espectaculares paisajes, porque a lo largo de la costa de Cantabria hallarás más de 60 playas de arena fina y blanca en destinos turísticos como Laredo o San Vicente de la Barquera. Y en el interior, además de varios Parques Naturales, no te pierdas el Parque Nacional de los Picos de Europa, perfecto para practicar deportes de aventura.

Una de las comarcas con más belleza de Cantabria es La Liébana, recorrida por el río Deva, sumergida entre valles y alzada entre cumbres. Desde el cañón de La Hermida hasta la aldea de Pido se suceden balnearios de aguas mineromedicinales, templos como el de Santa María de Lebeña, valles como el de Bedoya y pueblos repletos de hórreos, como Luriezo, todo envuelto en la belleza del Parque Nacional de los Picos de Europa, con su gran riqueza de flora y fauna, donde lobos, urogallos y osos pardos conviven.

Un aliciente añadido para la visita es su gastronomía. Podrás saborear recetas características  como el cocido montañés, los sobaos y la quesada pasiega. Y para descansar, nada mejor que alguno de sus famosos balnearios.

Dejando a un lado los Picos de Europa, los espacios naturales del interior de Cantabria son todo un aliciente para disfrutar de la naturaleza en otoño. Desde el Monte Hozarco, repleto de robles, castaños, tilos y acebos, hasta el bosque de secuoyas del Monte de Las Navas, cerca de Cabezón de la Sal, los planes son innumerables. El Valle del Nansa, con sus cortados, saltos de agua y túneles, se disputa la atención con el Parque Natural Saja-Besaya o el de los Collados de Ansón, pero no solo los tonos otoñales relucen.

Dónde se hace surf en Cantabria

Ajo, Santoña (Berria), Somo, Loredo, Suances, …

Qué ver en Santander

Si solo tienes un día para visitar Santander, estos son los imprescindibles:

Por la mañana, pasea por El Sardinero y disfruta de las vistas. Camina por la 1ª y 2ª playa de El Sardinero y mójate los pies en el Cantábrico. Si continúas el paseo, llegarás a la Playa de El Camello, cuyo nombre se debe a la forma de una de sus rocas, ¡descubre cuál es!

Si sigues el camino llegarás a la Península de La Magdalena, un lugar lleno de historia y curiosidades. Te animamos a que subas hasta el Palacio y entres en su interior para conocer todos los detalles de la que fuera residencia de verano de los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia. Al salir del parque, continúa el paseo y disfruta de las vistas que te ofrece  la avenida Reina Victoria, desde allí podrás ver el Museo Marítimo de Cantabria, el cual te recomendamos visitar. Cuando salgas del museo, no olvides acercarte al Dique de Gamazo, más concretamente a la «Duna«, frente al Palacio de Festivales, donde el tiempo se detiene. Allí podrás disfrutar de unas vistas increíbles de la bahía de Santander, ¡te encantará!

Se acerca la hora de comer, si continúas por el Paseo Marítimo además de contemplar el paisaje, te acercarás a los restaurantes y bares típicos de Santander en donde podrás reponer fuerzas.

Después de comer acércate a la Plaza Alfonso XIII, en donde están situados los históricos edificios de Correos y el Banco de España. Aprovecha también para dar un paseo por los Jardines de Pereda y contemplar el Centro Botín. Justo enfrente de los Jardines de Pereda verás una plaza, se trata de la Plaza Velarde, más conocida como Plaza Porticada, lugar que acoge multitud de actividades. Si tienes oportunidad visita su Centro Arqueológico de la Muralla Medieval, pero no olvides antes visitar la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción  y su claustro.

La última parada es la Plaza del Ayuntamiento. Sí aún tienes algo de tiempo, te recomendamos callejear por las calles y conocer la esencia de la ciudad.

Pasear por el Sardinero

Se trata de la zona más popular de la ciudad y de la costa de Santander. No puedes dejar de recorrer su paseo marítimo maravillándote con sus vistas y sus playas. Este paseo comienza en la segunda parte de la Avenida Reina Victoria y se extiende hasta la Segunda playa de El Sardinero. Durante este mágico recorrido destacamos varias paradas imprescindibles: en primer lugar el majestuoso Gran Casino en la Plaza de Italia y creado en 1916. Siguiendo con el paseo, un poco más adelante, el espectacular mirador de los Jardines de Piquío y finalmente, el Parque de Mesones.

Playa del Sardinero, lo más emblemático que ver en Santander

Empezamos nuestra visita por la ciudad en la playa del Sardinero, una de los lugares más conocidos que visitar en Santander. En realidad, abarca dos playas: la Primera playa del Sardinero y la Segunda Playa del Sardinero, que según dicen antiguamente una era para las clases sociales altas y otra para las bajas…

Estas playas de arena dorada son muy agradables y están rodeadas por algunos edificios emblemáticos de la ciudad como el casino, el palacio de congresos, el palacio de los deportes…

Disfrutar de unas cervezas en el Faro de Cabo Mayor

Continuando con el recorrido y aproximándoos a un extremo de la ciudad, encontraréis el Faro de Cabo Mayor, uno de los iconos más visitados de Santander. Junto a este, se encuentra el Faro Café Bar, donde tomar unas cervezas en su terraza disfrutando de las vistas y observar un paisaje de naturaleza más salvaje. Todo esto no sin antes maravillarte con la Playa de Mataleñas y dar una vuelta por la senda, un recorrido lleno de belleza entre playas y acantilados donde podrás disfrutar de unas increíbles vistas de la bahía santanderina.

Palacio de la Magdalena, un ícono que ver en Santander

Al final (o inicio según se mire) de la Playa del Sardinero se encuentra la península de la Magdalena, una zona extensa con abundante vegetación que alberga también algunas playas.

Recorrerla nos tomó casi dos horas y es que dimos un buen paseo por los jardines que rodean la Playa de la Magdalena y la playa de Bikini pasando por el embarcadero real y contemplando las vistas de Faro de la Punta de la Cerda hasta llegar al Palacio de la Magdalena.

Descubrir el Palacio de la Magdalena y sus alrededores

La Península de la Magdalena es una de las joyas más preciadas de la ciudad de Santander. Encontrarás la entrada principal a este gran parque en la segunda parte de la Avenida Reina Victoria. Es una zona extensa, así que puedes recorrerla caminando, o en el mítico “magdaleno”: el tren turístico que la recorre.

Descubre la playa de Los Bikinis, el Embarcadero Real, el Faro de la Cerda… En la cumbre de la península, en una explanada, encontraréis el emblemático Palacio de la Magdalena, así como unas increíbles vistas del paisaje.

En el descenso podréis encontrar 3 caballerizas reales que un marino donó a la ciudad y un pequeño zoo de animales marinos.

Playa de los peligros

A continuación de la Playa de la Magdalena se encuentra la Playa de los Peligros, para nosotros la playa más bonita que ver en Santander. Sus aguas tranquilas y cristalinas, su  arena dorad y la vegetación que la rodea la hacen perfecta para tomar el sol relajado.

Subir el funicular de Río de la Pila y disfrutar de las vistas de la ciudad

Este funicular inaugurado en 2008 ubicado en la parte antigua de la ciudad, te dará la oportunidad de conocer Santander desde una perspectiva diferente. Cuenta con tres paradas, es gratuito, y abre de seis de la mañana a doce de la noche. Apenas tardarás tres minutos en llegar a la tercera parada, desde donde podrás disfrutar de unas vistas panorámicas de la Bahía excepcionales.

Visitar el Centro de arte Botín

Caminamos por todo el paseo marítimo, disfrutando de las vistas a la hermosa bahía. En este recorrido nos encontramos con el Museo Martino del Cantábrico, el Palacio de festivales, el monumento a los raqueros y la grúa de piedra, la Plaza Pombo, y llegamos al centro Botín.

Recorrer la Bahía de Santander

Durante este recorrido disfrutarás de una de las bahías más bonitas del mundo. Puedes empezar en el Paseo Pereda, con sus jardines, y llegar a Puerto Chico pasando por el Centro de Arte Botín.

A continuación, la Grúa de Piedra (icono de la ciudad), el Palacete del Embarcadero, los monumentos de Los Raqueros y José Hierro y el Club Marítimo. Una vez llegues a Puerto Chico puedes seguir el paseo por la calle Castelar, llena de terrazas, para terminar llegando al Palacio de Festivales, el Planetario y el CEAR de Vela ‘Príncipe Felipe’. ¿Te parecen muchas cosas? Pues solo tienes que caminar y dejarte llevar… ¡Ah! Deberías realizar un alto en el camino y sentarte en uno de los bancos que te brinda el paseo marítimo simplemente a observar las vistas: el azul del mar se mezcla con el verde de Pedreña… ¿Algo más? En los días de sur, el paisaje se llenará de colores, y si resulta que el día está despejado… tras el mar, el verde y la montaña de Peña Cabarga, podrás observar las cumbres nevadas de la Cordillera Cantábrica.

Pasear por el mercado del Este

Cruzamos al otro lado del paseo de Pereda para adentrarnos en el casco antiguo de la ciudad. Con el terrible incendio que sufrió la ciudad en 1941, gran parte de su centro histórico fue destruido. Y aunque ya no podemos ver los edificios de madera medieval, hay algunos lugares que podemos conocer.

El Mercado del Este fue construido a principios del siglo XX. Alberga más de 80 puestos donde se venden todo tipo de alimentos frescos y una oficina de información y turismo.

Conocer las maravillosas playas de la ciudad

Pocas ciudades pueden presumir como Santander de la cantidad y la calidad de sus playas. Por ello, en tu visita, no puedes perderte estos paraísos de arena dorada. Estas son algunas de las playas que te encontrarás durante los recorridos que os estamos sugiriendo: Los Peligros, La Magdalena, Bikinis, El Camello, La Concha, Primera de El Sardinero, Segunda de El Sardinero, Los Molinucos, Mataleñas

Plaza porticada

Muy cerca del Mercado de la Esperanza se encuentra la Plaza Porticada, creada durante la reconstrucción de la ciudad tras el gran incendio.

Durante muchos años esta plaza fue escenario del Festival Internacional de Música y Danza de Santander, en el que participaban importantes artistas. Aunque desde finales del siglo XX, se trasladó el evento al Palacio de los Festivales.

Pasar un día en el Puntal

Uno de los planes que suelo recomendar si el tiempo acompaña y tu escapada es de más de dos días… es ir a pasar un día a la Playa del Puntal. Se trata de un arenal ubicado en medio de la Bahía de Santander y que posee agua por ambos lados. A esta playa de dos kilómetros y medio de extensión podéis acceder andando desde Somo o bien en barco desde Santander. Recomiendo esta segunda opción, tanto por la experiencia en sí como por las vistas.

Las pedreñeras, unas lanchas muy conocidas en Cantabria que destacan por su color, se cogen en el Palacete del Embarcadero, concretamente en el edificio de Los Reginas, situado en el paseo marítimo.

Si pasáis un día en esta playa disfrutando del entorno privilegiado que os ofrece, también podéis aprovechar para descubrir la gastronomía cántabra, ya que la playa de El Puntal cuenta con dos chiringuitos.

Catedral Nuestra Señora de la Asunción

Seguimos caminando unos cuantos pasos hasta llegar a la Catedral Nuestra Señora de la Asunción, un edificio con dos iglesias superpuestas; una la iglesia original del siglo XII y otra la Catedral de Santander del siglo XIV. Aunque Santander no tuvo catedral hasta el siglo XVIII, cuando esta iglesia fue declarada como tal.

En el interior de la Catedral, en la torre campanario, se encuentra el Centro de interpretación de la historia donde podréis conocer la historia medieval y disfrutar de unas bonitas vistas del centro de Santander.

Vivir una noche santanderina

No puedes irte de la ciudad de Santander sin disfrutar una de sus noches. Para empezar con unos vinos o unas cañas y picar algo, os recomiendo la zona de la plaza de Cañadío, la calle Hernán CortésDaoiz y VelardeSanta Lucía… estas calles son céntricas y están unidas, de manera que podréis alternar terrazas y bares, el ambiente está asegurado, y en según qué época del año os sorprenderá la gran afluencia de público: ¡en la plaza de Cañadío no cabe ni un alfiler!

La mayoría de los bares de esta zona cierran hacia las tres de la mañana, así que no deberíais perderos el ambiente de la calle Rio de la Pila, donde no suelen cerrar antes de las cuatro. Y si es verano y la noche se te ha ido de las manos… Tienes que terminar en el BNS. Se encuentra en el Sardinero, en la playa, y acabar la noche allí es casi una tradición.

Plaza del ayuntamiento, la plaza principal que ver en Santander

Paseamos por las calles comerciales de Santander hasta llegar a su Plaza del Ayuntamiento, uno de los puntos de encuentro preferidos por los habitantes de la ciudad.

Callejear por el centro de la ciudad de Santander

Para conocer el centro de la ciudad de Santander os voy a proponer un itinerario bastante completo con lo que considero las zonas más importantes, las que más merecen la pena o los edificios más emblemáticos y que más personalidad le dan a la ciudad.

Podéis empezar por el corazón de Santander, la plaza del Ayuntamiento, y justo detrás encontraréis el Mercado de la Esperanza. En su interior hay gran variedad de productos, sobre todo pescados y mariscos. Alrededor del Ayuntamiento se articulan calles peatonales repletas de tiendas que os llevarán hasta la emblemática Plaza Porticada. A continuación no podéis perderos la calle Arrabal y la calle del Medio, donde disfrutar de su ambiente de pinchos y vinos. Justo al lado encontrareis el Mercado del Este, sede del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, y un lugar ideal para degustar los exquisitos pinchos que exponen en las barras de los distintos bares que encontrareis en su interior. Si seguís caminando, llegáis a la mítica Plaza Pombo. Paralela a ella encontráis la Plaza de Cañadío con la Iglesia de Santa Lucía en un lateral, y a continuación la calle Hernán Cortés, donde como os dije anteriormente, no falla el ambiente. No te vayas sin recorrerla también de día, su oferta es amplia: gastronomía, moda, música y arte.

Qué ver en Laredo

1. Entrar a Laredo por la entrada del risco, si vas desde Santander es la segunda salida y la primera si vas desde Castro o Bilbao, si vas desde Santander se da un poco más de rodeo pero se entra por la Puebla Vieja y es mucho más bonito que la entrada anterior. (salida 169 hacia N-634/Tarrueza/Liendo/Laredo)

Lo cierto es que Laredo es una ciudad pequeña, así que si quieres puedes verla en una sola mañana. Puedes hacer una visita conjunta a Laredo y Santoña en el mismo día, algo habitual. Aunque si quieres puedes ir con tranquilidad y echar todo el día en Laredo. Luego te hablaré también de otros sitios cercanos que puedes visitar si te ha quedado tiempo.

Como siempre me gusta hacer, te recomiendo un sitio en el que alojarte y desde el que empezar el recorrido. En Laredo la mejor opción es el hotel Cosmopol, con vistas al golfo de Vizcaya, enfrente de la playa Salvé, de la que hablaré también más adelante. Cuenta con un servicio muy amable y quienes se han alojado en él hacen muy buenos comentarios. Además, está muy cerca de gran parte de los sitios que vamos a visitar.

2. Parar en el mirador del Risco que tienes vistas panorámicas de todo Laredo y su playa. También hay un restaurante con vistas donde puedes tomar algo o comer. Se encuentra justo en el mirador.

La Puebla vieja es la zona histórica de Laredo, su casco viejo, de modo que no se puede empezar el recorrido una vez que dejas el hotel de mejor manera. Está formada por un conjunto de 6 calles que se remontan al reinado de Alfonso VIII, y que se cruzan entre sí haciendo un recorrido de lo más interesante.

3. Empieza callejeando por la Puebla Vieja medieval que está considera como una de las mejor conservadas y más grandes de Cantabria y del norte de España, y está formada por seis calles o rúas de la época de Alfonso VIII, están situadas alrededor de la Iglesia gótica de Santa María de la Asunción. Declarada Conjunto Histórico Artístico en 1970.

4. Puedes hacer una visita guiada que merece mucho la pena ya que Laredo al haber sido puerto real cuenta con una historia interesantísima y estarás paseando por donde antiguamente estuvieron Isabel la Católica, sus hijos, incluida Juana la loca y su nieto Carlos V entre otros.

En la Puebla vieja puedes observar edificios de los siglos XIII y XVIII en perfecto estado de conservación, un museo al aire libre que asombra al caminar por sus calles. Sitios como la casa de los Villota, con un claustro precioso, o la de Hernando de Alvarado están fechadas en el siglo XVI. También puedes ver la casa de Zarauz, del siglo XVIII, construida con materiales nobles y en la que se ven los escudos familiares. Son solo algunas de ellas, ya que hay otros edificios señoriales, iglesias y conventos que hacen de la Puebla vieja un viaje al pasado que te sobrecogerá.

Una de las joyas de la Puebla vieja es el Antiguo ayuntamiento de Laredo, justo al otro lado de la casa de Hernando de Alvarado, marcando los límites de esta zona de esta a oeste. Sus arcos con columnas, el reloj y un campanario son un buen lugar donde hacerse una foto y recordar el viaje.

Sin salir de la Puebla vieja puedes visitar una de las joyas del gótico. De hecho, toda la Puebla está a los pies de la iglesia, que empezó a levantarse en el siglo XIII. En el XIV se añadió la puerta por la que se entra hoy, decorada con imágenes de santos y ángeles. En la Iglesia de Santa María, en el siglo XVI se colocó un pórtico para protegerla, ampliado en el XIX. La sacristía original se sustituyó por una nueva en el siglo XVIII, después de varias reformas a lo largo de su historia.

5. No te pierdas la iglesia gótica de Santa María de la Asunción, una de las más importantes de Cantabria, catalogada como BIC y declarada también Monumento Histórico Artístico, está considerada como el único templo con cuatro naves y cuatro ábsides de entre las iglesias góticas de España. Cabe destacar el retablo de la Virgen de Belén, que es una escultura policromada de arte flamenco en Cantabria y considerada como la más bonita incluso de las existentes en España.

6. Tienes que pasar por las puertas de la antigua muralla de Laredo construida alrededor de la Puebla Vieja en el siglo XIII, contaba con 12 puertas de las que se conservan algunas, como la de Bilbao o la de San Marcial dirección a la Atalaya.

Justo en la Atalaya encontrarás el Fuerte del Rastrillar, del siglo XVI. Junto al de Santoña se utilizaba para controlar los barcos que venían hacia la playa Salvé, y prevenir posibles ataques enemigos. Estuvo en uso hasta el siglo XX y todavía se conservan vestigios de su uso militar, como trincheras o polvorines. Después de su restauración se declaró Bien de Interés Cultural de la ciudad. Para muchos es el complejo defensivo más importante de toda Cantabria.

7. Si eres fan de los Reyes Católicos, no te pierdas la casa del Condestable de Castilla donde se alojaba la realeza que aunque solo podrás ver la fachada es curioso imaginarse que allí se alojaban los reyes y nobles entre ellos los Reyes Católicos. Hoy en día alberga el Archivo Histórico Municipal de la Villa de Laredo.

Después de comer, por la tarde puedes acercarte al Parque Natural Marismas de Santoña, Victoria y Joyel. Un sitio perfecto para practicar deportes de aventura, senderismo, montar en bicicleta, observación de aves y un montón de otras actividades. Hay opciones para todos los gustos, tanto si quieres estar en tierra firme como si te gustan las actividades acuáticas. 

8. Subir a la Atalaya callejeando por la puebla vieja puedes hacer un recorrido subiendo por un lado y bajando por las escaleras ya que tiene muy buenas vistas.

En Cantabria puede sorprenderte de vez en cuando un chaparrón. Es parte del encanto de la zona, así que no hay porqué molestarse. Simplemente puedes buscar refugio en alguno de los bares que hay en la Puebla vieja y esperar a que la lluvia se vaya. O pasar la mañana viendo cómo llueve mientras te tomas algo, que también es un buen plan.

Otra idea es visitar el túnel de la Atalaya, construido en el siglo XIX para llevar suministros hasta el Muelle de la Soledad, que se estaba construyendo en esa época. Aunque finalmente no llegó a hacerse y el túnel se quedó sin uso hasta la Guerra Civil, cuando se utilizó como refugio para los vecinos. Un recorrido interesante por parte de la historia de España.

Si te gusta mojarte y no hace frío, puedes recorrer la Puebla vieja bajo la lluvia. Al fin y al cabo, no e un mal plan cuando es algo que te gusta, eso sí, prepara un buen chubasquero.

Ojo, como datos de interés es muy famosa una fiesta que se ha recuperado en honor a Carlos V, se llama «El Último Desembarco de Carlos V», donde se puede ver a Carlos V en sus últimos días antes de la abdicación que realizó y posterior retiro en el Monasterio de Yuste de Cáceres. Normalmente es durante el mes de septiembre.

Menú del restaurante Son de mar

Menú del restaurante Fantástico

9. Visitar el fuerte del rastrillar, ubicado también en lo alto de la Atalaya, fue construido para proteger la bahía de ataques de barcos enemigos junto a los fuertes de Santoña. Construidos en el siglo XVI estuvieron en servicio hasta principios del siglo XX. Se suelen hacer visitas guiadas. Consultar en la oficina de turismo.

Si viajas con tiempo para disfrutar de las playas, estas son las mejores playas de Laredo:

  1. Playa de Aila.
  2. Playa Regatón.
  3. Playa de la Salvé.
  4. Playa La Soledad.

Las tres playas de Laredo tiene una gran extensión y presentan una gran afluencia de turistas en temporadas de verano. Cómodas, abiertas y con todos los servicios necesarios. La playa de La Salvé, conocida también como la playa Laredo, es la más grande de Cantabria.

10. Hacerte mil fotos en el mirador de la caracola con unas vistas muy chulas de todo Laredo, donde se pueden ver bien diferenciadas las zonas de las que se compone, la Puebla Vieja, el Arrabal y el Ensanche, además del puerto deportivo y la bahía de Santoña bañada por las marismas.

La Panchonera es un homenaje a la mujer pejina.

Es una estatua de una pescadera que verás ubicada en el paseo marítimo de la Playa de El Salvé, en el mismo Parque de Los Pescadores, que rinde homenaje a la mujer pejina. Resalta sus valores de sacrificio, alegría y trabajo.

11. Tomar algo en la Puebla Vieja, bien comer o tomar unos pinchos, hay mucho ambiente en verano y encontrarás alguna que otra terraza con encanto. Al final del post te dejo los restaurantes que conozco.

12. Podrás pasear por el antiguo embarcadero de Laredo por donde embarcaron Juana de Castilla y desembarcó Carlos V en su último retiro a Extremadura donde murió y ver los restos de las antiguas murallas. De esta forma llegarás al Arrabal donde antiguamente llegaba el agua y actualmente esta urbanizado ya desde el sigo XX.

En esta ruta de los lugares más populares paraver en Laredo en un día nos corresponde cambiamos de rumbo para conocer la famosa Atalaya.

Aquí verás a la Iglesia de Santa María, que además de ser la parroquia más importante de Laredo, es su patrona.

En el mapa que te dejamos puedes localizar estos puntos de interés. Si te animas con esta ruta, te recomendamos hacerlo andando.

Aunque puedes llegar en vehículo particular hasta cierta zona, insistimos en que es mejor,, cómodo y muy agradable hacer este corto recorrido andando.

Su ubicación, en lo alto de la ciudad y entre calles empedradas la hace realmente atractiva. Y no solo por el paisaje que la rodea sino también en su interior. Su fachada principal es digna de fotografiarla para mantenerla en el recuerdo.

La Atalaya y el Fuerte Rastrillar es un conjunto imponente de edificios formado por la Iglesia Santa María de la Asunción y el Fuerte del Rastrilla que están como decíamos, en lo alto de la ciudad, en lo alto de la llamada “Puebla Vieja” que te mostramos más adelante.

Su construcción obedece, junto al fuerte de San Carlos y de San Martín de Santoña a la protección ante ataques de barcos enemigos.

Cuando investigues sobre qué ver en Laredo, el mirador de la Caracola es uno de los sitios mas comentados. Luego que lo visites, nos contarás que fue quizá el más fotografiado también. Si puedes hacerlo al atardecer, mucho mejor.

En la misma ruta del Rastrillar, el Atalaya y la Iglesia de Santa María, está el Mirador de la Caracola,

Te sorprenderá este acogedor espacio natural para admirar inmensidad del mar y el paisaje que irás descubriendo a lo largo de este sendero.

Qué ver en Comillas

Esta noble villa situada a 50 kilómetros de Santander y asentada sobre suaves colinas que la protegen del bravo mar Cantábrico, enamora por su patrimonio arquitectónico en el que destacan sus edificios medievales, barrocos, casonas montañesas y sobre todo, las obras maestras que realizaron los principales arquitectos y artistas del Modernismo Catalán como Antoni Gaudí.
Aunque sus principales puntos de interés se pueden visitar en una mañana, merece la pena hacer noche para poder disfrutar de tranquilos paseos al atardecer por su centro histórico o combinarlo con un día de playa en la de Comillas o la cercana Playa de Oyambre, además de por supuesto, probar la gastronomía cántabra en la que destacan sus deliciosas anchoas, los sobaos pasiegos, los pescados y los mariscos frescos.

1. El Capricho de Gaudí o Villa Quijano, el monumento más importante que ver en Comillas

Empezamos nuestra visita en Comillas a las 9:30 de la mañana. A esa hora ya estábamos en la entrada del Capricho de Gaudí, ubicado en el barrio Sobrellano, esperando a que abrieran la puerta para poder visitarlo nosotros solos. El Capricho es el monumento más importante de este pueblo Cántabro y el más conocido, aunque a decir verdad, la lista de cosas que ver en Comillas es bastante larga.

Para poner la guinda a este trío de fantásticas construcciones, situadas en el Parque de Sobrellano, no te pierdas La Villa Quijano, popularmente conocida como El Capricho de Gaudí, una maravilla modernista y otra de las joyas que visitar en Comillas.
Construida entre 1883 y 1885 como residencia de verano del indiano Máximo Díaz de Quijano, El Capricho es de las pocas obras que el genial Gaudí diseñó fuera de Cataluña y se ha convertido en el principal reclamo turístico del pueblo con más de 100.000 visitas al año.
Este palacete de cuento de hadas que enamora por una fachada en estilo oriental con una colorista torre cilíndrica, revestida completamente de cerámica, incluye además elementos inspirados en la naturaleza como los girasoles cerámicos del exterior y el invernadero interior, que ilumina todas las salas. Además conociendo que Máximo Díaz era un gran pianista, Gaudí incluyó una barandilla de hierro forjado con motivos musicales y algún pentagrama oculto en la fachada.
Horario de visita: todos los días de 10h a 21h de julio a septiembre, en invierno cierra a las 17:30h y el resto de meses a las 20h.

Este monumento, también conocido como Villa Quijano, es un edificio modernista creado nada más y nada menos que por Antonio Gaudí, uno de los artistas más importantes de todos los tiempos. Fue construido entre 1883 y 1885.

Esta obra de arte es una casa pequeña de 2 pisos y cuenta con 8 salones que se pueden visitar. En alguno de sus salones se pueden ver videos de la historia de su construcción. Las paredes exteriores están decoradas con girasoles de cerámica  con colores verde y ocre que sintonizan con el entorno.

2. Palacio de Sobrellano y la Capilla Panteón

Tras visitar el Capricho de Gaudí durante una hora y hacer innumerables fotos, caminamos por el barrio el Parque con dirección a otro de los imprescindibles que ver en Comillas: el Palacio de Sobrellano o Palacio del Marqués de Comillas.

Una de las mejores cosas que hacer en Comillas es dejar el coche en el parking de la calle del Marqués del Comillas y subir andando al imponente Palacio de Sobrellano.
Construida en el año 1888 por el reputado arquitecto catalán Joan Martorell por encargo del primer marqués de Comillas, Antonio López y López, esta residencia de verano impresiona por su estilo neogótico y sus grandes dimensiones, que recuerdan a los palacios venecianos.
Después de subir sus fantásticas escaleras te recomendamos hacer una visita guiada de 45 minutos por su interior en el que verás mobiliario original diseñado por Antoni Gaudí y pinturas de Eduardo Llorens, además de conocer varios datos curiosos, como que fue el primer edificio de España en utilizar la luz eléctrica.

De estilo gótico-modernista, este palacio se empezó a construir en 1881 hasta su culminación en 1888 y fue construido por el arquitecto catalán Joan Martorell por encargo de D. Antonio López, primer Marqués de Comillas.

En el interior se pueden visitar todos sus salones como la sala del billar, el comedor,  la biblioteca, el museo del II Marqués y el salón del trono. Este último es el más bonito de todos pues sus paredes están todas decoradas con pan de oro.

Junto al Palacio de Sobrellano se encuentra la Capilla Panteón, concebida como una catedral a pequeña escala y otro de los lugares que ver en Comillas más bonitos.
Construida en 1878 por Joan Martorell y dotada de una girola, alberga en la planta inferior los mausoleos de mármol de los Marqueses de Comillas y una capilla en el piso superior, donde todavía se celebran oficios religiosos.
Entre los principales elementos decorativos están las gárgolas del exterior, mientras que en el interior alberga un precioso altar, vidrieras polícromas, pinturas de Llorens y Masdeu y esculturas de Joan Roig, mientras que el sitial, los reclinatorios y los bancos tienen el sello de Gaudí.
El horario es el mismo que el Palacio de Sobrellano y las entradas se compran en el mismo palacio.

3. Fuente de los tres caños, un imprescindible que ver en Comillas

Seguimos nuestra ruta por la calle Paseo de Estrada en dirección al casco antiguo de Comillas donde pasamos por la Casa Ocejo, vivienda de verano de Antonio López y López, primer Marqués de Comillas.

Justo a la espalda, en medio de en una plaza cuadrangular en la calle Cervantes, se encuentra otra de las cosas que ver en Comillas imprescindibles, la fuente de los Tres Caños. Se trata de una fuente-farola de piedra, que como su nombre dice, cuenta con 3 caras y un caño en cada una de ellas. Fue construida en 1899 por Luis Domènech i Montaner y en la parte superior se ubica un farol que simboliza que Comillas fue el primer pueblo en España con luz eléctrica.

Después de la visita al Capricho puedes acercarte andando al centro histórico para empezar una ruta en la bonita Fuente de los Tres Caños, situada en la plaza del mismo nombre y otro de los lugares que ver en Comillas imprescindibles.
Esta fuente monumental diseñada por el célebre arquitecto catalán Lluís Domènech i Montaner en 1889, rinde homenaje a Joaquín del Piélago, hijo político del primer marqués de Comillas, que financió la canalización de las aguas del pueblo.
Después de observar sus motivos vegetales y ver algún peregrino de Camino de Santiago, puedes acercarte al Ayuntamiento que alberga la Oficina de Turismo y la Casa Ocejo, un bonito edificio de estilo indiano donde pasaban los veranos la familia del Marqués de Comillas y donde se alojó el Rey Alfonso XII.

4. Centro histórico de Comillas

A los alrededores de la fuente de los Tres Caños se ubica el Ayuntamiento. Es bonito dar un paseo por esa zona, ya que no está colmado de gente, se puede respirar tranquilidad y está lleno de tiendecitas muy bien decoradas y con encanto.

Otra de las mejores cosas que hacer en Comillas es una ruta por el casco antiguo empezando por la Plaza de la Constitución, la Plaza Mayor del pueblo.
En esta plaza rodeada de bonitas casonas tradicionales encontrarás el Antiguo Ayuntamiento del siglo XVIII y la Iglesia Parroquial de San Cristóbal, que se empezó a construir en el siglo XVII por los propios vecinos.
A 200 metros de esta plaza tienes el bonito Santo Hospital de Comillas, que maravilla por su modernista fachada blanca con toques rojos, y un poco más lejos, en lo alto de una colina, el Palacio de La Coteruca, realizado en estilo francés y utilizado como casa de veraneo de la familia Riera.
La siguiente parada será en la Plaza del Corro de San Pedro en la que destacan las casas de arquitectura típica montañesa con balconadas llenas de flores y la Fuente de la Farola, situada en medio.
Por el casco antiguo también se concentran algunos de los mejores restaurantes donde comer en Comillas como La Aldea, en el que probamos unas deliciosas zamburiñas, dados de atún rojo y pulpo.

Aquí también se encuentra la oficina de turismo de Comillas.

Seguimos caminando por el casco antiguo de la villa por la calle Cervantes hasta que llegamos a la Iglesia de San Cristóbal. Se empezó a construir en 1648 y aquí se venera al Cristo del Amparo, patrono de los pescadores.

La iglesia está ubicada en el corro Compíos o plaza de la Constitución de calles empedradas y es el principal punto neurálgico de Comillas. Aquí, antiguamente, se celebraban los bailes y las fiestas del pueblo, también se usaba para jugar a los bolos. Este lugar hoy en día es el punto de encuentro de sus habitantes.

Qué ver en la Costa Quebrada

Es una de las costas más espectaculares de España y, aunque nunca había sido un secreto, a partir de ahora lo será un poco menos.

Costa Quebrada es una franja litoral entre Santander y Cuchía que a lo largo de veinte kilómetros y cuatro municipios se sucede de formas variadas. Al principio del recorrido se asoman las primeras playas y la costa parece domesticada, pero al salir de la ciudad, llegar a Cabo Mayor –donde el mismo faro lleva guiando a los barcos casi dos siglos– y seguir hacia el oeste, el paisaje se vuelve solitario y agreste. Es entonces cuando se empieza a comprender por qué la asociación, que ya llamaba «parque geológico” a esta costa, busca el certificado oficial.

Si algo embelesa a los visitantes de Costa Quebrada son sus caprichosas creaciones. A la hilera de acantilados que caen como cuchillas se unen otras esculturas naturales que a veces explotan de manera concentrada, como la plataforma rocosa que se cuela hacia el mar en la playa de la Arnía mientras el mar se estampa contra los islotes.

Qué ver en Ajo

FARO DE AJO

Sin duda símbolo de la localidad, situado en la misma punta del cabo de Ajo, el punto más septentrional de la costa de Cantabria como último reducto continental ante la vasta extensión del mar sobre una peña desde la que se divisan unas vistas espectaculares.

El faro se construyó en 1930, tras el empeño del ayuntamiento de Bareyo, el que, fundándose en tres naufragios consecutivos en los arrecifes del cabo, el que al final consiguió que se construyera este faro con un alcance de 15 millas y una apariencia de grupos de 3 ocultaciones. 63 metros de altura separan este faro del mar, sobre un abrupto acantilado.

Esta obra ha estado en el punto de mira regional desde el verano de 2020, ya que se encargó al uno de nuestros artistas más internacionales, el artista Cántabro Okuda que hiciera en él uno de sus representativos murales multicolor… y como suele pasar… para gustos los colores.  Si bien es cierto que desde entonces, se ha convertido en uno de los lugares más visitados de la región.

PLAYA DE CUBERRIS Y PLAYA DE LA ANTUERTA

Este municipio cuenta con la playa de Cuberris, de 250 metros de longitud y 150 metros de anchura de arena fina. Se trata de una playa tranquila, rodeada de un bonito paseo y parking. Junto a ella, se encuentra la playa de Antuerta, también llamada La Cala, de bellas vistas a los acantilados próximos.

LA OJERADA

Se trata de una zona rocosa en la que el mar, a lo largo de millones de años, ha creado cuevas y caprichosas formas hasta formar unas impresionantes cavidades. Su forma, similar a dos grandes ojos a través de los cuales se ven el cielo y el mar, es lo que ha dado su nombre al lugar. La plataforma rocosa sobre la que se encuentra esta peculiar cueva está situada sobre el mar, de forma que según caminamos sobre ella (sobre todo en días en los que se levanta oleaje) podemos notar la vibración y el rugido del Cantábrico bajo nuestros pies.

CABO QUINTRES

El cabo Quintres, conocido como La Atalaya, se encuentra situado en la costa occidental del ayuntamiento de Bareyo. Tiene una altura de 132 metros sobre el nivel del mar, que forman uno de los acantilados más altos de toda la costa cántabra. Desde sus alrededores se obtienen unas magníficas panorámicas de toda la costa.

PATRIMONIO

La arquitectura montañesa del Conjunto Monumental de Ajo crea un ambiente muy atractivo en el norte de Cantabria. Destaca en su patrimonio la Iglesia de San Martín de Tours, y el convento de San Ildefonso, el santuario de San Pedro de Sopoyo. La torre de Barriodeabajo, y la casa solar de Cubillas, son algunos ejemplos de arquitectura montañesa de este municipio. En la ría de Ajo, se encuentra también el molino Castellanos.

Qué ver en Ampuero

La ciudad presenta una singular fisonomía urbana gracias a sus casas de balcones corridos y galerías acristaladas, que conviven en armonía con algunos inmuebles de clara influencia indiana, construidos en el siglo XIX.

Su parroquia es una interesante iglesia columnaria del siglo XVI. Entre los monumentos más emblemáticos del municipio se encuentra también en la capital la iglesia de Santa María. El municipio de Ampuero alberga además el santuario de la Bien Aparecida, patrona de Cantabria; la iglesia de Santa Marina, en Udalla, y la torre-palacio y portalada de Espina Velasco, en La Bárcena.

Cuenta además con privilegiados paisajes, que se aprecian en toda su magnitud desde el alto de la Aparecida.

En cuanto a fiestas, Ampuero acoge cada año unos concurridos encierros taurinos que por su popularidad son conocidos como los pequeños san fermines. Tienen lugar el 8 y 9 de septiembre como prólogo de la festividad grande de Cantabria, la Bien Aparecida, que se conmemora el día 15.

Para disfrutar de su gastronomía hay que degustar el queso de Las Garmillas (tipo Camenbert), las angulas y el salmón.

La Aparecida

La imagen de la Bien Aparecida, patrona de Cantabria, se encuentra en el santuario de Hoz de Marrón, muy próximo a Ampuero. La diminuta talla gótica, de apenas 21,5 centímetros, fue encontrada por unos niños en 1605, en la ventana de la ermita de San Marcos.

Debe su nombre a un antiguo litigio entre los habitantes de Hoz y los de Ampuero, que creían ver en la imagen de la patrona a otra talla que fue sustraída de su localidad. Los habitantes de Hoz replicaban que la suya «no era robada, sino aparecida, y bien aparecida».

El Santuario, erigido en el collado de Somahoz y regentado en la actualidad por padres trinitarios, disfruta de una excelente panorámica del valle del Asón.

Qué ver en Bárcena de Pie de Concha

Bárcena de Pie de Concha es una localidad característica de Cantabria, envuelta por una espesa y variada vegetación, que hace de este paraje, uno de los más espectaculares de la zona.

Es una población situada estratégicamente entre la meseta y el mar ya que la calzada romana que atravesaba su territorio unía Julióbriga (cerca de Reinosa) con Portus Blendium (Suances). Actualmente se conserva entre Pie de Concha (en este municipio) y Somaconcha (en Pesquera), un tramo de la misma de 5 km, transitable a pie y que recorre parajes de gran encanto y belleza.

En su mayoría, la economía de este pueblo está centrada en la ganadería y la agricultura. No obstante, en la temporada alta, el municipio también obtiene bastantes beneficios como consecuencia de la afluencia de numerosos turistas.

En cuanto al patrimonio artístico e histórico, además de la calzada romana, son de gran interés diversas ermitas e iglesias de estilo románico y varias casas de estilo regionalista proyectadas por Javier González Riancho. Destaca la iglesia románica de Bárcena de Pie de Concha, de la primera mitad del siglo XII, de una sola nave como es característico en el románico de la cuenca del Besaya, que guarda una bella imagen de la Virgen sedente con el Niño del siglo XIII. La ermita de la Consolación no tiene mayor interés al exterior. No obstante, en su interior se encuentra una imagen de la Virgen con el Niño que se abre a modo de tríptico y deja ver en el interior escenas de la Pasión. Se trata de una pieza única en la región que parece datar del siglo XVI.

Qué ver en Bárcena Mayor

Bárcena Mayor es el único núcleo de población incluido en el Parque Natural Saja Besaya. Se sitúa en una pequeña vega del río Argoza, al pie de las montañas de la divisoria cantábrica. Destaca por lo tradicional de su arquitectura, la claridad de sus límites, preferentemente marcados por las fachadas posteriores de las hileras y la densidad de la trama edificada, que hacen de él un núcleo muy compacto en el que el espacio se aprovecha al máximo, empleando diversas soluciones para adaptar las construcciones al terreno.

El tipo de casa más característico en la aldea responde al modelo de casa montañesa de hábitat rural. En ellas, los muros medianeros sobresalen en la primera planta a partir de ménsulas en “S” para cobijar la solana, que se empieza a introducir en el siglo XVII con la llegada del maiz y la necesidad de tener un espacio donde secar el cereal.

En Bárcena Mayor, Conjunto Histórico – Artístico desde 1979, son obligada visita la iglesia de Santa Maria, del siglo XVII, las antiguas casas rectorales, las casonas montañesas de factura popular, con amplias solanas y soportales abiertos por arquerías de sillería, o las hileras de casas de dos plantas, con soportal, solana y cerramientos de madera, que constituyen en esencia la imagen más representada del modelo de poblamiento montañés. 

Qué ver en Cabárceno

El Parque de Cabárceno es una visita obligada para todos aquellos que visitan la región o el norte de España, un lugar único en Cantabria que les ofrece un sorprendente mundo de animales en un paraje de gran belleza.

En el Parque de la Naturaleza de Cabárceno encontrarás un lugar en el que divertirte y aprender contemplando a los cientos de animales que alberga en régimen de semilibertad.

A sólo 20 kilómetros de Santander, les ofrece un sorprendente mundo de la naturaleza.

Más de un centenar de especies animales de los cinco continentes os esperan en uno de los lugares más especiales de Cantabria.

Qué ver en Castro Urdiales

El mar, puede tener en la actualidad menos peso que antaño en la economía de Castro, pero es sin duda el aire marinero lo más característico de la ciudad. En sus calles, principalmente en las proximidades a su puerto, todavía es posible respirar este ambiente pesquero y degustar muchas de sus especialidades gastronómicas, obtenidas todas ellas del mar.

En el recorrido de esta localidad, importante enclave de veraneo desde finales del siglo XIX, es posible disfrutar de infraestructuras modernas que combinan a la perfección con el encanto que desprende su parte antigua y su puebla vieja, con sus bellos paseos, sus soportales llenos de típicas tascas y sus construcciones de interés, que se alzan como majestuosos vigías de la villa.

En Castro Urdiales se encuentra la Iglesia gótica más importante de la región, la Iglesia de Santa Maria, que data del siglo XIII y reúne todas las características constructivas del gótico clásico. En su interior, alberga magníficas tallas del siglo XIII al siglo XVII, una destacada colección de obras de orfebrería del último gótico y hasta un cuadro de Cristo crucificado de Zurbarán.

En el extremo del promontorio y próximo a la iglesia, se encuentra el castillo medieval, sólida fortaleza dominando el acceso marítimo, convertida en faro. El castillo sostiene la linterna que se iluminó por primera vez en 1853, y que desde esa fecha está funcionando como faro. Frente a él y unida por el llamado puente medieval, se encuentra la ermita de Santa Ana, constituyendo todos ellos los últimos restos de un conjunto más amplio que tuvo que ser modificado por las obras de construcción del rompeolas.

Los alrededores de la dársena del puerto, la iglesia gótica de santa María y el faro sobre el castillo constituyen los atractivos más significativos de esta villa marinera, habitual zona de encuentro de visitantes y lugareños. Dentro de su patrimonio civil también destaca el edificio que alberga el ayuntamiento, así como un conjunto de edificios modernistas de finales del siglo XIX y principios del XX que constituyen el núcleo urbano declarado Conjunto Histórico Artístico en 1978.

El recorrido por esta villa lo podemos comenzar por el Parque de Cotolino, situado en la zona más oriental. Es una zona natural, un espectacular saliente de la costa hacia el mar. Continuamos por el Paseo Marítimo, que recorre gran parte de la villa y que acaba en el Rompeolas. Nada más empezar nuestro caminar por el paseo podemos ver una bonita playa Brazomar y muy próximo a este lugar encontramos el Chalet de Sutileza, construcción que presenta las características principales de la Escuela Montañesa, y el Palacio-Castillo de Ocharán de inspiración neomudéjar y neogótica.

Continuamos nuestro paseo y podemos ver el muelle de Don Luis, emplazamiento donde se ha construido el solarium, que junto con la playa, forma una pequeña bahía cuyas aguas tranquilas son el lugar perfecto para disfrutar sin peligro de un buen baño. Continuamos nuestro recorrido disfrutando del Mar Cantábrico y de las construcciones residenciales que fueron surgiendo a partir del siglo XIX, llegamos al Muelle de Eguilior, en el que encontramos otra zona verde, es el Parque de Amestoy, donde se celebra anualmente, el primer viernes de julio, el Coso Blanco (Fiesta de interés turístico regional).

Después del parque, llegamos a la zona más popular de Castro su Puebla Vieja, donde el visitante suele perderse por sus callejuelas para disfrutar de su típico ambiente marinero y de sus construcciones populares, seguimos por el paseo hasta la plaza del Ayuntamiento, rodeada de soportales en los que abundan las tascas, mesones y restaurantes. Aquí encontramos su muelle, donde están atracadas sus típicas embarcaciones y en ocasiones su trainera, La Marinera, una de las más famosas del Cantábrico.

Continuamos por el paseo y vemos en lo alto la Iglesia de Santa María, majestuosa vigía del mar. De camino vemos la Casa de los Chelines, más adelante y frente esta la Ermita de Santa Ana, que está unida al Castillo-Faro a través del puente medieval, nada mas dejar estos elementos arquitectónicos comienza el rompeolas.

Qué ver en Colindres

Colindres se sitúa en la desembocadura del río Asón, donde se forma la ría de Treto. Sus marismas tienen un alto valor ecológico, a la vez que permiten el marisqueo.

Históricamente, la villa de Colindres se desarrolló favorecida por su situación geográfica y por la explotación agraria, en la que destacaban los cultivos de viñas y parrales a finales de la Edad Media. La casa de Velasco logró el señorío de la villa en tiempos de Enrique III. Ya en el siglo XVII alcanzaría gran pujanza la construcción naval, en Falgote, donde se instaló una fábrica de galeones dirigida por Pedro González de Agüero.

Colindres ha sido siempre un municipio de gran tradición marinera, aunque su puerto no fue construido hasta 1935. En la actualidad su actividad principal son la industria conservera y la salazón de pescado, productos de gran calidad, algunos de los cuales han merecido la denominación Calidad Cantabria.

Desde el punto de vista artístico, destaquemos la iglesia parroquial antigua de San Juan Bautista, que conserva la capilla-panteón de los Alvarado y las casonas de Puerta, del siglo XVIII y estilo barroco montañés.

Qué ver en Limpias

El municipio de Limpias con una superficie de unos 10 Km2, está situado en la zona oriental de la provincia de Cantabria a escasos kilómetros de la costa y limitando con municipios como Laredo, y Colindres al norte, con Liendo al este, con la Junta de Voto al oeste y con el vecino Ampuero al sur. El municipio de Limpias se encuentra a unos 50 Km de Santander y a unos 60 Km de Bilbao, dos importantes áreas urbanas a las cuales se puede acceder principalmente a través de la conocida como Autovía del Cantábrico, la A-8 cuyo enlace se sitúa a tan sólo 4 km de Limpias por lo que dota al municipio de una buena accesibilidad a uno de los principales ejes de comunicación pudiéndose llegar a Santander en unos 30 minutos y unos 45 al área metropolitana de Bilbao. Enclavado en un bello paisaje de marisma, gran parte del territorio municipal se localiza en el límite sur de la Reserva Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel.

Esta antigua villa marinera y que antaño fuera puerto de Castilla se encuentra enclavada entre verdes montes y en una de las orillas de la denominada ría de Limpias, que forma parte de la desembocadura del río Asón, un río de curso corto, de aguas abundantes, tranquila y limpia y de suma importancia en el desarrollo de la localidad y la comarca en épocas pasadas. Las marismas de Limpias constituyen un ecosistema que permite el asentamiento de aves acuáticas y animales invertebrados en el estuario, y que a su vez, son alimento de peces y aves. Tal es la importancia de estos espacios de marisma que unas 84 hectáreas están catalogadas como (ZEC) Zona de Especial Conservación y unas 129 hectáreas están catalogadas también como zona ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves). Otras figuras de protección asociadas al incomparable paisaje natural de las marismas son el Parque Natural de las Marismas de Santoña y el Convenio Ramsar relativo a los Humedales de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas.

El ayuntamiento de Limpias agrupa, la localidad de Limpias y la pedanía de Seña. Entre sus principales núcleos destacan los barrios de Espina, El Rivero, Rucoba, La Dehesa, Helguero y Collado.

Qué ver en Loredo

Loredo es una localidad cántabra perteneciente al municipio de Ribamontán al Mar que esta formado también por las localidades de Carriazo (capital municipal), Castanedo, Galizano, Langre, Somo y Suesa. Se incluyen en la comarca de Trasmiera.

Se encuentra situado frente a la bahía de Santander en un terreno formado por pequeñas colinas y amplias llanuras atravesadas por numerosos arroyos  siendo el rio Miera el cauce fluvial mas importante.

La economia del municipio se encuentra diversificadaen dos ocupaciones principales, la ganaderia (explotaciones de vacunopara la producción de leche) y el turismo. Su  privilegiado entornonatural y sus extensas y magnificas playas (a las que acuden los turistas de Santander en lancha) son dos de los recursos mas importantes con los que cuenta.

Loredo se encuentra a unos 28 Km.de Santander.

– Santuario de Nuestra Señora de Latas. Realizado en el siglo XVI fue levantado sobre los restos de un antiguo monasterio  y es el monumento y centro de devoción mas importante de la zona. Conserva una Virgen gótica  y un retablo barroco.

– Casona de Cospedal. Modelo de casona barroca montañesa de los siglos XVII y XVIII. Fue propiedad de la familia de canteros Los Jorganes y esta compuesta por una edificación destinada a vivienda ala que se une una torre.

– Otros monumentos de interés: Iglesia parroquial,  Casona y Capilla de la familia Roza, Casona del Marqués de Valbuena, ermita de San Antonio (Carriazo), la iglesia gótica de Galizano, la iglesia de San Felix (Langre), la iglesia de Santa Eulalia (Suesa), etc.

– Somo.Mención aparte merece Somo por ser una de las poblaciones mas turisticas de la zona. Esta comunicada con Pedreña por un conocido puente  y cuenta con numerosas playas entre las que  destacamos la Playa del Puntal formada por una gran lengua de arena que se adentra en la Bahia de Santander y desde la que se tiene maravillosas vistas.

– Playas.  Cuenta con una de las costas mas extensas de Cantabria con gran cantidad de playas entre las que destacan la extensa de Loredo con mas de 1.400 m. y que comunica con la playa de Somo o la mas pequeña de Los Tranquilos (frente a la isla de Santa Marina), ambas de finas arenas doradas. Además el municipio cuenta con preciosos y rocosos acantilados. Hay una senda que recorre toda la costa (desde Somo hasta Galizano) a través de bosques, dunas, playas y acantilados.

– Isla de Santa Marina. Conocida también como Isla de Jorganes se encuentra situada frente a la costa de Loredo sirviendo de protección ala playa de los Tranquilos. Es la isla mas grande de Cantabria.

Qué ver en Noja

Localizado entre la ría de Quejo y la punta del Brusco, su costa se extiende en una sucesión de playas que constituyen la verdadera atracción turística de este municipio: playa de Tregandín (4,4 km.) y playa de Ris (2,5 km.) Además existen en la zona humedales de gran valor ecológico, lo que justifica su inclusión en la Reserva Natural de las Marismas de Santoña y Noja.

El municipio se ha convertido en los últimos años en un centro turístico de gran relevancia, con gran concentración de visitantes en los meses de verano.

Pero además de una extraordinaria costa, Noja goza de otros atributos muy apreciados, con exponentes de arquitectura civil como la casa-palacio de los Venero, la casona de los Garnica, la de los Velasco . La iglesia parroquial de Noja (siglo XVII) es el mejor ejemplo de construcción religiosa. Y junto a todas ellas, merece especial atención el molino de Victoria construido en 1629.

Desde el punto de vista histórico, Noja se complace de haber sido tierra natal de un personaje como Luis Vicente de Velasco e Isla, capitán de navío de la Real Armada que defendió el castillo del Morro a la entrada del puerto de La Habana, contra el ejército de Inglaterra.

Las fiestas populares son numerosas en el municipio en los meses estivales: San Juan (24 de junio), San Pedro (29 de junio), Nuestra Señora del Carmen (16 de julio), , San Emeterio y San Celedonio (30 y 31 de agosto). 

Playa de Trengandín

La playa de Trengandín tiene seis kilómetros de dorada arena y una privilegiada orientación al noreste que la convierte en una de las más tranquilas de Cantabria. Sus cristalinas aguas y variado paisaje submarino la hacen especialmente recomendable para la práctica del buceo. Multitud de rocas, piscinas naturales y pequeñas pozas aparecen en la bajamar, descubriendo largos tramos de aguas poco profundas que invitan a nadar sin peligro ni dificultad. 

Playa de Ris

La playa de Ris, con cuatro kilómetros de finísima arena, es sin duda la más concurrida de Noja, tanto por la calidad de sus servicios y accesos, como por sus cuidadas infraestructuras veraniegas. Frente a Ris se encuentra la isla de San Pedruco, una paraíso natural protegido por abundante vegetación y habitado por miles de gaviotas, al que es posible acceder en la bajamar. Su orientación hacia el norte permite la formación de abundante oleaje para practicar el surf, con largas «barras» de olas de empinada pendiente, especialmente en días de viento sur. 

La playa de Rís y «El Brusco» son los lugares más indicados para el piragüismo y el surf.

Qué ver en Isla

sla es una de las localidades más conocida del municipio de Arnuero y uno de los destinos turísticos por excelencia de la costa oriental de Cantabria. Disfruta de un entorno costero muy rico en diferentes paisajes, desde amplias playas de arena dorada hasta recogidas calas e impresionantes acantilados sobre el Cantábrico.

Podemos dividir a Isla en dos: Isla pueblo, situado en la zona más elevada junto a la iglesia, e Isla playa situado siguiendo la línea de costa de la ría y las playas hasta el cabo de Quejo.

El Casco Histórico de la villa fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Lugar Cultural (Ruta Cultural) en 2004. El importante conjunto de monumentos que jalona su paisaje está dominado por la iglesia de San Julián y Santa Basilisa, declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento en 2002, y el Palacio de los Condes de Isla, declarado Bien de Interés Cultural en 1991.

Destacan como construcciones civiles sus tres torres medievales La torre de Cabrahigo o de Gracedo, declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento en 1992; la de los Novales, declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento en 2002; y la de cuatro torres medievales la de Rebollar, declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento en 1992.

En cuanto a sus playas cabe destacar las siguientes (en orden de sur a norte y este a oeste):

  • Playa del Cándano.
  • Playa de los Barcos.
  • Playa del Sable (bandera azul)
  • Playa de Arnadal.
  • Playa de la Arena (bandera azul)

Qué ver en la Península de Pechón

El río Nansa nace en el macizo de Peña Labra y después de 46 kilómetros alimentando riberas y ferrerías a lo largo de su discurrir, desemboca en la ría de Tina Menor, dando lugar a un bello estuario. Entre esta y la ría de Tina Mayor, donde desagua el Deva, está la península de Pechón, esa franja costera en el límite con Asturias que esconde algunas de las playas más bonitas de la región y debería ser un secreto.

Pechón es el último pueblo costero del occidente cántabro y se accede a él desde la A-8 por Pesués o nada más dejar atrás la localidad de Unquera. Si se llega desde Cantabria, la primera parada es el mirador de Tina Menor, asomado a la desembocadura del Nansa y donde se levanta una estatua que rinde homenaje a los pescadores. El mirador se alarga paralelo a la carretera, así que habrá que buscar el mejor lugar para conseguir la vista perfecta, porque en ocasiones los árboles impiden la visión completa.

Qué ver en Potes

a población de Potes, capital del pequeño municipio, está ubicada en el centro de la comarca de Liébana, donde se unen los ríos Deva y Quiviesa. Rodeada de un espectacular paisaje y situada en la confluencia de los cuatro valles de la Comarca, la villa nos descubre a cada paso su rica historia.

Aparece mencionada documentalmente desde mediados del siglo IX y desde los años finales del medievo estuvo vinculada a la Casa del Marqués de Santillana, primero, y a la del Infantado, después.

Potes es conocida como la villa de los puentes (de ahí su nombre) y de las torres. De manera especial destacan la del Infantado (hoy sede de exposiciones) y la de Orejón de la Lama, ambas del siglo XV.

El conjunto de barrios de la parte antigua conserva un gran sabor popular y mucho encanto; sus callejuelas y caserones (la mayoría con blasones) ayudan al visitante a imaginar tiempos pasados repletos de historia.

Qué ver en San Vicente de la Barquera

La villa de San Vicente de la Barquera se encuentra en la costa occidental de Cantabria. Es una villa histórica rodeada de un privilegiado entorno, en pleno Parque Natural de Oyambre.
Villa pescadora y marinera, cuyo puerto fue y sigue siendo el corazón de la actividad, cuenta además con bonitas playas como la de Oyambre y los extensos arenales de Merón, pequeñas calas como la de Gerra, sin olvidarnos de la ría de San Vicente, la del Tostadero y Fuentes. Todas ellas tienen como denominador común sus transparentes aguas y mantenerse casi vírgenes, rodeadas de praderías, alguna granja o montes.

En el Patrimonio arquitectónico de San Vicente de la Barquera destaca su Puebla Vieja, declarada Conjunto Histórico Artístico, entre cuyos edificios más significativos se encuentra el Castillo del rey, del siglo XIII y uno de los pocos que se conservan en la Cornisa Cantábrica, la Torre del Preboste, el hospital de la Concepción, así como laiglesia de Santa María de los Ángeles.


Destacan las ruinas del convento e iglesia de San Luis, construido a finales del siglo XV junto a la ría y en uno de los extremos del Puente de la Maza, que con sus 32 ojos era, cuando se construyó a finales del siglo XV, uno de los más largos de España. En realidad, la Puebla Vieja se encuentra en un brazo de tierra entre el cauce bifurcado de la ría, de modo que hay que cruzar otro puente, el Puente Nuevo, del siglo XVIII, para llegar a  la ermita de la Virgen de la Barquera, ubicada en el barrio del mismo nombre, junto al puerto pesquero y la lonja.

Qué ver en Carmona

La arquitectura tradicional de las montañas es el símbolo más destacado de identidad y por eso fue reconocida como Conjunto Histórico Artístico. Esta se fusiona con un entorno natural de gran belleza gracias a su ubicación en el valle del Nansa. 

A pesar de ser uno de los pueblos más hermosos de España, Carmona no recibe tantas visitas como Bárcena Mayor, Potes o Santillana del Mar. Es más bien un lugar tranquilo que se explora sin prisa, deteniéndose para disfrutar del entorno rural que lo rodea.

Conjunto urbano.

El conjunto urbano está formado por edificios tradicionales de montaña, con paredes de piedra y techos de madera. Todos ellos se distribuyen en dos plantas, con arcos en la planta baja y balcones en la planta superior, siempre decorados con flores de colores. La mayoría de ellos fueron construidos entre los siglos XVII y XVIII, aunque algunos son aún más antiguos.

Palacio de los Díaz Cossío y Mier.

Destacando entre todas las construcciones se encuentra el Palacio de los Díaz Cossío y Mier, que ha sido convertido en un alojamiento turístico. Construido a principios del siglo XVIII, presenta un estilo barroco. 

En la planta baja, cuenta con un cuerpo central con tres arcos que dan acceso al vestíbulo, mientras que en la planta superior hay dos balcones entre los cuales se ubica un escudo monumental. A ambos lados se elevan dos torres de tres pisos, también con balcones.

La iglesia parroquial de San Roque.

La iglesia parroquial de San Roque, también del siglo XVIII, es otro destacado edificio. Se trata de un templo de planta en forma de cruz latina, compuesto por una nave de cuatro tramos con techos de crucería. Además de la iglesia parroquial, se pueden visitar la Iglesia de San Pedro Apóstol, la Ermita de San Antonio Abad y la Ermita de las Lindes.

Monumento a la Vaca Tudanca.

Caminando por las calles empedradas, encontrarás monumentos que evocan las tradiciones más arraigadas de Carmona. Por ejemplo, el Monumento a la Vaca Tudanca, que representa a la raza bovina autóctona de Cantabria y es protagonista de la principal fiesta del pueblo. También está el Monumento al Albarquero, en honor al famoso albarquero Amado Gómez, fallecido en 2007.

Qué ver en Picos de Europa

Compartido por las provincias de Asturias, Cantabria y León, el Parque Nacional de los Picos de Europa es el ejemplo perfecto del ecosistema atlántico. Repleto de robledales y hayedos, el Parque toma su nombre de las impresionantes formaciones rocosas que aquí existen. Además es el hogar de dos de los más emblemáticos animales que viven en España: el oso pardo y el lobo ibérico… pero aún hay mucho más.

Qué ver en Ribamontán al Mar

El municipio posee un rico y variado patrimonio artístico, en el que sobresalen dos construcciones religiosas: el Santuario de Nuestra Señora de Latas, en Loredo, y la iglesia parroquial de Santa Eulalia, en Suesa. El primero, fue construido en el siglo XV y en él trabajó el prestigioso cantero Francisco de la Puente. La segunda está fechada entre los siglos XVI y XVII y presenta acceso adintelado con portada rematada en frontón curvo, coronado con bolas sobre pináculos.


Desde el punto de vista gastronómico, Ribamontán al Mar conquista sobre todo por sus deliciosas parrilladas de pescados variados.

Además del arte y la cocina, el municipio invita a la práctica del surf y el windsurf en las playas de Somo y el «Derby» hípico de Loredo es una cita obligada en la temporada estival.

Ribamontán al Mar posee bellísimas playas: La capilla (200 metros), Langre (850 metros y una de las más hermosas de Cantabria), Arnillas (100 metros), La Canalema (150 metros), La Canal (200 metros), El Machón (200 metros) y el Puntal (la más grande, con dos kilómetros). A éstas hay que añadir las del Somo-Quebrantas (1.700 metros) y Loredo (800 metros). Todas ellas conforman una gran lengua de más de 4,5 kilómetros de arenas finísimas.

Somo es un pueblecito eminentemente turístico, desarrollado en torno a la abierta playa que se despliega frente a Santander. Pero tal vez más que por su bella playa, Somo es conocido por ser el «Pueblo de la Cerámica«. En esta localidad se han establecido diversos talleres artesanos, donde se fabrican excelentes piezas.

Para los amantes del autocaravaning, desde el  2014 está disponible el nuevo área de servicios para autocaravanas de Ribamontán al Mar. El área está situado en Somo-Suesa y se encuentra a 1 km de la playa de Somo y 2 km de la playa de Loredo.

Qué ver en Pedreña

Pedreña es una localidad perteneciente al municipio de Marina de Cudeyo, está situado en el suroeste de la bahía de Santander, entre las rías de Cubas y San Salvador.

Su desarrollo urbano es importante, por ello el visitante encuentra todos los servicios necesarios para disfrutar su estancia; reuniendo todos los atractivos turísticos, en forma de bellas playas, plácidos campos de alto valor ecológico y paisajístico y magníficas instalaciones deportivas.

Dos son las imágenes que definen a esta localidad: el Real Club de Golf, magnífica instalación deportiva, y «las pedreñeras» o mariscadoras recolectoras de almejas, que en esta zona son de extraordinaria calidad.

Pedreña se encuentra unida por un puente a la próxima villa de Somo y por mar a Santander, desde donde parten las tradicionales lanchas que atraviesan la bahía.

Forman parte del tipismo de la comarca las tabernas y merenderos que a ambos lados de la carretera exponen sus humeantes parrilladas como reclamo gastronómico para un turismo ávido de degustar pescados del norte, como sardinas o bonito.

Pedreña goza de una arraigada tradición en las regatas de traineras, deporte que origina una sana pero reñida rivalidad entre localidades vecinas y cuyas competiciones se desarrollan, a lo largo del verano, en las poblaciones costeras de Cantabria.

Destacar El Real Club de Golf de Pedreña, ubicado en uno de los parajes más bellos de Cantabria.Por su localización, panorama y estética, es único en su tipo.El recorrido del campo se ha adaptado a la naturaleza topográfica del terreno.

Este Club es uno de los primeros de España, ya que fue abierto en el año1927.Posee una serie de instalaciones complementarias, como piscina, pistas de tenis, club infantil y club social.

Qué ver en Ramales

Municipio bañado por el río Asón. Su historia reciente se encuentra íntimamente ligada a la victoria de los liberales frente a los carlistas (1839), que le mereció al general Espartero el título de duque de la Victoria. Esta batalla marcaría para siempre a la capital del Alto Asón, apellidada desde entonces «de la Victoria».

Pero la influencia de la contienda no se ha limitado al nombre. En la confusión de la batalla, apareció un baúl lleno de mantones de Manila, una anécdota que ha dado lugar a la tradicional «Verbena del Mantón«. Se trata de un festejo exótico al más puro estilo del Madrid castizo que desde entonces de celebra cada año (primer sábado de julio) en la localidad. Otras fiestas señaladas son la Fiesta de los Adioses (1 de septiembre) y El Milagruco (4 de septiembre).

Ramales cuenta con una arquitectura popular muy bien conservada, con miradores acristalados y algunas casonas de indianos con bellos jardines y verjas. Sobre todas ellas sobresale el palacio de Revillagigedo (siglo XVIII). Sin embargo, su patrimonio más valioso lo constituye el grupo de cuevas localizado a principios de siglo por Alcalde del Río: Covalanas, La Haza, Cullalvera y Sotarriza albergan en su interior magníficas pinturas rupestres.

En gastronomía destacan el queso de nata, las truchas y el salmón.

Qué ver en Santillana de Mar

La ciudad es conocida por sus impresionantes edificios históricos y su encantador casco antiguo.

Aquí hay algunas cosas que puedes ver en Santillana del Mar:

1. Colegiata de Santa Juliana: Esta iglesia románica del siglo XII es uno de los monumentos más importantes de la ciudad. Su torre octogonal es un símbolo de Santillana del Mar.

2. Casa del Águila y la Parra: Este edificio renacentista del siglo XV es uno de los más antiguos de la ciudad y es conocido por sus escudos de armas en la fachada.

3. Museo Diocesano Regina Coeli: Este museo se encuentra en el antiguo convento de Santa Juliana y alberga una colección de arte sacro, incluyendo pinturas, esculturas y objetos litúrgicos.

4. Palacio de los Velarde: Este palacio barroco del siglo XVIII es conocido por su fachada ornamental y sus jardines.

5. Cuevas de Altamira: Las famosas cuevas de Altamira, con sus impresionantes pinturas prehistóricas, se encuentran a solo unos kilómetros de Santillana del Mar. Actualmente, no están abiertas al público, pero se puede visitar la réplica en el Museo de Altamira.

6. Paseo por el casco antiguo: El casco antiguo de Santillana del Mar es un laberinto de callejuelas empedradas y edificios históricos. Pasear por sus calles y plazas es una experiencia inolvidable.

7. Comer sobaos y quesadas: Santillana del Mar es conocida por sus sobaos y quesadas, dos deliciosos postres tradicionales de la región. No puedes irte sin probarlos.

Estas son solo algunas de las cosas que puedes ver y hacer en Santillana del Mar. ¡Disfruta de tu visita a esta encantadora ciudad medieval!

Esta villa medieval de calles empedradas cuenta con un notable grado de conservación, donde el visitante puede transportarse con facilidad  a otros tiempos, y está declarada como Conjunto Histórico Artístico.

Qué ver en Somo

Somo es municipio situado en Ribamontán al Mar, que se asienta en la Bahía de Santander, en la costa cántabra, desde donde se pueden observar unas maravillosas vistas del paseo marítimo de la emblemática Santander.

Gracias a su extraordinario arenal de 2 kilómetros y a su intenso oleaje se ha convertido en todo un reclamo turístico, sobre todo para aquellos que practican deportes como el surf. El precioso entorno natural, la arena blanca y fina que tiñe sus playas de blanco y una gran oferta gastronómica y de ocio, han convertido a este municipio en un destino ‘must’ si visitas la costa cántabra.

Se encuentra situada apenas a media hora en coche del Paseo de Pereda de Santander. Sin embargo, otra opción muy asequible es llegar a Somo desde Santander en ferry, trayecto que tarda unos 20 minutos y pasa cada media hora. La ventaja es que podréis experimentar un viaje único por la bahía. El precio del billete de ida y vuelta es de 4,75 euros.

Qué ver en Suances

Como buen pueblo costero, los mejores lugares que ver en Suances se encuentran ligados al mar. Playas, acantilados de infarto y paseos al borde del litoral son algunos de los planes molones que te puedo ofrecer en esta villa. Suena bien, ¿verdad?

El pueblo de Suances está dividido en dos zonas bien diferenciadas. Una es la zona baja, lo que corresponde con la zona costera, y la otra es la zona tradicional del pueblo, situada en lo alto.A lo largo de todo el municipio de Suances hay unas playas muy top. De todo ello te voy a hablar a continuación. Estos son los lugares más especiales que tienes que visitar en Suances.

Mirador de Quinta del Amo 

El Mirador de Quinta del Amo es un buen comienzo por Suances. Además de regalarnos una de las mejores vistas de la villa, aquí se encuentra el Palacio del Amo, una de las casas más antiguas de Suances.

Suances es una de las localidades más turísticas del verano cántabro. A mí me encanta perderme por aquí porque tiene algunas de las playas más bonitas de Cantabria y porque me parece uno de los pueblos donde mejor se come del norte de España. Vente conmigo de la mano a conocer los mejores lugares que ver en Suances. Te aviso que buena parte de este post va pensando en el goce y disfrute del verano suancino.

Me encanta Suances en cualquier época del año. No es un pueblo pesquero al uso, ni tiene un casco histórico de renombre, pero ha sabido aprovechar el tirón de sus playas salvajes y la belleza de su costa. Si es tan turístico por algo será, ¿no crees?

Como buen pueblo costero, los mejores lugares que ver en Suances se encuentran ligados al mar. Playas, acantilados de infarto y paseos al borde del litoral son algunos de los planes molones que te puedo ofrecer en esta villa. Suena bien, ¿verdad?

El pueblo de Suances está dividido en dos zonas bien diferenciadas. Una es la zona baja, lo que corresponde con la zona costera, y la otra es la zona tradicional del pueblo, situada en lo alto.

A lo largo de todo el municipio de Suances hay unas playas muy top. De todo ello te voy a hablar a continuación. Estos son los lugares más especiales que tienes que visitar en Suances.

Barrio de la Cuba y sus miradores

Seguimos en la parte alta del pueblo, en el Barrio de la Cuba. Aquí se encuentra el antiguo barrio de pescadores y algunas de las mejores casas de Suances, bueno, mejor dicho casoplones . Para deleitarnos durante el paseo tenemos tres de los mejores miradores de Suances en este barrio:

  • El Mirador de la Cuba de Suances, desde aquí parte una sencilla ruta por el centro del pueblo hasta el Embarcadero de los Cantos.
  • El Mirador de la Bajada de la Fuente de Enmedio, por aquí hay un atajo que comunica el antiguo barrio de pescadores con la parte baja del pueblo.
  • El Mirador de la Cuba de Abajo, tiene también unas buenas vistas a la Ría de San Martín y a Suances en general.

Qué ver en Torrelavega

Enclavado en el sector inferior de los valles que constituyen los ríos Saja y Besaya, Torrelavega es un municipio eminentemente industrial y ocupa el segundo lugar de Cantabria en lo que a población se refiere, sólo precedido por Santander. Su fundación se atribuye a Garcilaso de la Vega I, adelantado mayor de Castilla, quien construyó aquí una torre que unida a su apellido derivaría en la denominación con la que desde el siglo XVIII se conoce a Torrelavega (torre de la Vega).

Gracias a su ubicación estratégica, en la encrucijada de los caminos hacia Asturias y la Meseta, la pequeña aldea dominada por la casa de la Vega durante toda la Edad Media se transformaría con el devenir de los tiempos en un gran centro comercial e industrial. Su desarrollo industrial comenzó de forma incipiente en la segunda mitad del siglo XVIII, gracias al asentamiento de fábricas de harinas y curtidos que favorecerían la proliferación de establecimientos comerciales. Pero fue con la llegada de grandes empresas como Asturiana de Zinc, Solvay o Sniace, entre finales del XIX y principios del XX, cuando Torrelavega alcanzó su máximo esplendor económico. Su espectacular crecimiento le mereció en 1895 el título de ciudad, concedido por la entonces regente María Cristina.

En la actualidad, es una importante ciudad que reúne todas las comunidades y servicios para vivir con comodidad, a apenas diez minutos de la costa de Suances y muy próxima a otras destacadas villas como Santillana del Mar o Comillas. Sus comunicaciones con Santander, Palencia, Bilbao y Oviedo la convierten además en punto obligado de paso para muchos visitantes.

Entre su patrimonio histórico-artístico, hay que destacar especialmente el conjunto monumental de Viérnoles, formado por multitud de palacios y casonas de los siglos XVII al XIX. Sobresalen igualmente la iglesia neogótica de La Asunción (1892) y la de la Virgen Grande, obra contemporánea y racionalista inaugurada en 1964. Entre la arquitectura civil, el palacio de Demetrio Herrero, construido en 1888 y sede en la actualidad del Ayuntamiento.

Pero tal vez lo más notable de Torrelavega sean sus gentes, amables y hospitalarias.

Las calles y plazas de esta localidad, conocida también como la capital del Besaya, conforman un casco urbano abierto, donde se están recuperando espacios verdes y de ocio, con nuevas plazas, avenidas y calles peatonales en torno a las cuales se estructura una completa oferta comercial. El paseo entre las tiendas y los edificios centenarios de su casco antiguo se convierte así en un placer, sin la presión del tráfico rodado, y el visitante puede descubrir el más variado y dinámico comercio de la comarca. Y es que el comercio cuenta aquí con una arraigada tradición, cimentada en las múltiples ferias y mercados que han marcado la historia local.

Además de centro industrial y comercial, Torrelavega es también un importante núcleo ganadero. Desde 1973 cuenta con el Mercado Nacional de Ganados, donde tienen lugar todos los miércoles las más importantes ferias ganaderas de toda España, a las que acuden productores de todas las regiones.

Asimismo, es sede de la Feria de Muestras de Cantabria, donde se desarrollan a lo largo del año ferias monográficas, exposiciones y congresos.

Las fiestas de la Virgen Grande son las más emblemáticas de la ciudad. Se conmemoran durante 10 días, en torno al 15 de agosto, y tienen en su broche final uno de los espectáculos más llamativos de Cantabria: la Gala Floral, un singular y multitudinario desfile de carrozas, declarado de Interés Turístico.

La gastronomía de Torrelavega es rica y variada. No en vano cuenta con numerosos establecimientos hosteleros en los que se pueden degustar la práctica totalidad de los guisos regionales. No obstante, la especialidad de la ciudad son las polkas, un exquisito dulce.

La mejor ruta de autocaravana de Cantabria

Cantabria es una joya del norte de España. Un lugar increíble en plena naturaleza y en el que se esconden pueblos medievales con mucho encanto y decenas de villas marineras con mucha historia; en resumen, el destino perfecto para trazar una ruta en autocaravana por Cantabria.

Ponerte al volante y coger la carretera para conocer Cantabria en autocaravana es un planazo familiar como pocos, ya que juntos conoceréis rincones que no imaginabais que existían, perdidos en la naturaleza y repletos de secretos que quieren contarte.

Costas bañadas por el mar Cantábrico y paisajes de montaña con una paleta de colores en la que el verde y el azul son los protagonistas: Cantabria, una joya del norte de España en la que la naturaleza, exquisita gastronomía y pueblos de ensueño se aúnan creando un destino perfecto para tu viaje en autocaravana.

102 municipios entre los que se encuentran preciosos pueblos medievales y maravillosas villas marineras con mucha historia.

Una de las playas más bonitas de Cantabria está en Suances, conocida como la Playa de los Locos, es fácilmente reconocible ya que se encuentra rodeada de altos acantilados. Su fuerte corriente y altas olas la convierten en una de las preferidas de los surferos de todo el mundo.

Además Suances era conocida como Portus Blendium por los antiguos romanos, no puedes dejar de visitar su casco antiguo y el resto de playas vecinas no tan famosas pero igual de especiales. 

Bárcena Mayor es el único núcleo de población incluido en el Parque Natural Saja Besaya y, por ello se considera uno de los lugares más bonitos de Cantabria. Envuelto por un paisaje único, en el que sus calles empedradas y sus edificaciones del siglo XVI le otorgaron la condecoración de Conjunto Histórico Artístico.

Dos planes imprescindibles que hacer en Noja: disfrutar de sus espectaculares atardeceres y visitar sus playas con marea baja para poder pasear por ellas con unas vistas mágicas.

En Laredo, conocida por tener una de las playas más extensas y bonitas de la región: La Salvé, un inmenso arenal de cinco kilómetros. Además de por su amplia oferta de ocio y turismo.

Una localidad digna de visitar dividida en tres sectores bien diferenciados: La Puebla Vieja y el Arrabal, la zona del Ensanche, y la prolongación de éste hasta el Puntal.

Castro Urdiales, un lugar con el encanto de un pueblo marítimo y tradicional tocado por tres magníficas playas: Urdiales, El Fraile y Brazomar.

De origen medieval, su casco antiguo logró el reconocimiento como Conjunto Histórico en 1978. Recorrer sus calles, conocer sus monumentos y edificios es algo que no puedes dejar de hacer.